¡Buenos días diligentes! Hoy os traigo información para poder disfrutar de una cata de ginebra, ampliable a los espirituosos; Sí, porque también podemos aprender a catarlos.
Los pasos no son en esencia tan diferentes a los de una cata de vino, pero si hay que llevar cuidado con algunos detalles que favorecerán aún más su desarrollo.
Lo primero que necesitamos son ganas de probar algo nuevo y estar receptivos. Elegir también un buen continente para la cata pero en esencia las copas balón, las que se usan para hacer el gin tonic, serán adecuadas ya que al ser una copa de pie evita que calentemos el destilado con nuestras manos y facilita que giremos para darle oxigenación en la copa. Este tipo de vidrio facilitará la cata olfativa atrapando mejor los aromas y evitando que se volatilicen.
Cata de ginebras en la Escuela de Hostelería de Cartagena. LD
También es recomendable elegir la o las ginebras a catar, que estén en buen estado. Y si quieres ir más allá, se pueden elegir varias de diferentes toques para que haya más contraste al catarlas: una clásica o de enebro, una cítrica, una herbal, una floral y una especiada.
Toma papel y lápiz y a empezar la cata!
La primera parte, es la visual. Por lo que podemos elevar la copa y darnos cuenta, gracias a un fondo blanco, del tono que presenta el espirituoso. Podremos apreciar algunas ginebras que son cristalinas, las más puras; otras, podemos encontrarlas ligeramente coloreadas y puede ser debido a los botánicos que se presentan en ella, unas veces de manera más apreciable o intensa que en otras.
En la cata olfativa podemos darnos cuenta de su fragancia. Pero podemos rebajar con agua de baja mineralización su volumen alcohólico primero. Normalmente con añadir la misma cantidad de agua que de ginebra en la copa ya haremos que disminuya a un 20%vol. Alc. Ahora el alcohol no enmascarará ni sus aromas ni sus sabores. Y es ahora cuando al olerla descubriremos, por ejemplo, aromas florales, especiados, dulces, frutales o cítricos. Podemos repetir el paso girando la copa para apreciar aromas secundarios que tienen menos presencia en un principio.
Y con la misma energía podemos tomar un rápido sorbo, corto, para poder apreciar su sabor en boca. Es recomendable mover la ginebra por toda la boca y por último en la lengua, sin prisas, dejándola reposar para detectar todos sus sabores y su comportamiento en nuestras papilas. Descubre sus matices, desde los más perceptibles hasta los secundarios y terciarios que nos llevarán a los botánicos que contienen y a la sequedad o acidez, a su dulzor…
#GinebraDiligente Gin de Neige
Ahora solo me queda recomendaros que si habéis tomado buena nota de lo que os transmiten estas ginebras, podéis seguir haciendo más catas y comparando para averiguar incluso, a nivel particular, que tipos de espirituosos os gustan más. Al igual que con el vino, la cata puede servir para hacer un archivo personal de gustos y preferencias.
Y para terminar la cata, ¿por qué no probar la ginebra en gin tonic?
😉
