50 SOMBRAS DE VINO
COSUE – PRIMER PREMIO
Las mujeres a las que invitaba a cenar en exclusivos restaurantes se extrañaban con la petición que les hacía: ir vestidas totalmente de blanco y no ponerse perfume. Esto, unido a que soy enormemente rico gracias a unas startups millonarias, las llevaba a imaginarse protagonistas de las “sombras de Grey”.
Ellas no sospechaban que lo único que quería era poder captar el buqué de los vinos que elegía sin interferencias de banales perfumistas y apreciar su intensidad, nitidez y color con el fondo blanco de sus vestidos.
De todos modos, para no decepcionarlas, siempre llevaba unas esposas en mi deportivo.